6 de diciembre de 2017

«La Nueva Constitución»



Este texto forma parte de los escritos publicados por Leslie Cross durante su etapa de vicepresidente de la Asociación Vegana [The Vegan Society] en el Reino Unido, Hasta donde yo sé, fue Cross el primero que postuló la idea que más tarde se conocería como liberación animal, esto es, la idea de que los animales deben ser liberados de la dominación humana. Aunque un germen de esta idea estaba señalado ya en el primer boletín de Vegan Society escrito por Donald Watson —y también puede encontrarse en los escritos de autores anteriores como Henry Salt y Leonard Nelson— fue Cross el primero en exponerla de manera clara y directa; mucho antes de que se empezara a hablar de ello en el ámbito animalista ya en la década de los 70 del siglo XX. Sabemos que el movimiento que los pioneros veganos intentaron poner en marcha no cuajó como era su propósito,  y eso nosotros ya no lo podemos arreglar, pero lo que sí podemos hacer ahora es mantener y continuar con su espíritu de liberación.

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La Nueva Constitución

Leslie Cross

Primavera 1951


Junto con cada copia de este número de The Vegan enviada a los miembros se encuentra una copia de las nuevas normas, con una formulario para ser rellenado y enviado a la nueva secretaria, la señora Hilda Honeysett en el 38 de Stane Wey, Ewell, Surrey.

Este texto pretende ser una explicación de los puntos más importantes acerca de las nuevas normas que la Asociación Vegana ha adoptado en su Reunión General Especial en Londres a 11 de noviembre de 1950. Debemos recordar que cuando la sociedad fue fundada en 1944, no había normas, y que esta situación se mantuvo hasta marzo de 1947, cuando se adoptaron unas normas que sirvieron hasta ahora. Desde hace tiempo, sin embargo, se ha mostrado evidente que con el desarrollo del veganismo, el primer conjunto de normas ya no era capaz de proveer a la Asociación de una constitución lógica y sabia. La gran diferencia entre las antiguas y las nuevas normas es que esa incapacidad se ha transformado en virtud.

Nuestras normas no son meras regulaciones, ni son simplemente un boceto de nuestros planes de trabajo. Por supuesto que son regulaciones y describen el tipo de funcionamiento que hemos acordado, pero hacen algo más que eso —alumbran y protegen nuestros ideales. Ellas establecen de forma precisa, y bajo la autoridad corporativa de la Asociación, el fin último al que aspiramos. La ausencia de este tipo de orientación fue la mayor deficiencia de las antiguas reglas; si bien hay que recordar que cuando fueron adoptadas la Asociación no había evolucionado hasta el grado en el que pudiéramos acordar nuestro propósito final.

Habiendo establecido nuestro objetivo acordado, y definido oficialmente la palabra «veganismo», hemos encontrado nuestro denominador común, y hemos llevado a su fin la peligrosa y siempre presente posibilidad de desintegración.

El objetivo del Movimiento Vegano ["terminar con la explotación de los animales por la humanidad"] es aclarado en el significado de explotación por la norma 4(a), la cual compromete a la Asociación en "buscar el fin del uso de animales por parte de la humanidad para alimentación, productos, trabajo, caza, vivisección, y todos los usos que implican explotación de la vida animal por la humanidad". Habiendo adoptado esta norma, la Asociación se ha posicionado claramente del lado de los libertadores; así pues no es el bienestar lo que buscamos, sino la libertad. Nuestro propósito no es hacer más tolerable la presente relación entre la humanidad y los animales —la cual si es vista honestamente se trata de una relación entre amo y esclavo— sino abolir esta relación y reemplazarla por algo más adecuado a una humanidad civilizada. En resumen, nuestro propósito es lograr la liberación de los animales —para devolverlos al equilibrio y salud de la naturaleza, que es donde está su lugar, y así terminar con el error histórico perpetrado cuando el primer hombre decidió que tenía el derecho a explotar y esclavizar a los animales.

El segundo aspecto general del propósito vegano se encuentra en sus efectos sobre la evolución humana. Aparte de la abolición de una enorme carga de crueldad que está constantemente vinculada a retornar sobre la propia humanidad como un bumerán, hay que recordar que en cualquier relación de amo y esclavo, el mayor y más profundo daño es padecido no por el esclavo sino por el amo. Hasta que la presente relación entre la humanidad y sus semejantes sea reemplazada por una coexistencia en un relativo plano de igualdad, la búsqueda de la felicidad por parte de la humanidad está condenada a una dolorosa y trágica frustración.

Estos son los efectos generales de la nueva constitución, pero hay otros aspectos que debemos quizás mencionar. Ahora es posible unirse a la Asociación tanto como miembro de pleno derecho o como afiliado, y el comité preguntará a cada miembro sobre en cuál categoría desea participar. Esto resultá de ayuda para hacer notar que las nuevas normas definen al miembro como aquel individuo que asume los principios veganos como forma de vida hasta donde le sea posible según las circunstancias. En otras palabras, se requiere ser honesto con uno mismo y honesto en este contexto significa también razonable. Nadie debería negarse a sí mismo los beneficios de una plena membresía sólo porque las circunstancias impidan alcanzar un mayor grado de coherencia de la que sería deseable. Lo más importante es ser vegano en espíritu y entonces hacer lo que mejor de lo que uno es capaz. Un afiliado es quien está de acuerdo con nosotros como principio pero que no está dispuesto a llevarlo a la práctica. La línea de demarcación es, por tanto, no la rígida coherencia sino el esfuerzo.

La subscripción anual se ha elevado y la membresía vitalicia cuesta 7 guineas. El Comité ha decidido que la subscripción anual cubrirá desde el 1 de enero al 31 de diciembre y será cobrada el 1 de enero de cada año.

Otra importante función creada por las nuevas normas es incrementar la unidad del movimiento haciendo posible que el Grupo Vegano de Londres deje de ser un grupo separado y se integre como una rama de la Asociación Vegana. Constitucionalmente, el Grupo Vegano de Londres es más antiguo que la Asociación Vegana y que es una organización por propio derecho. Al haber permitido integrarse como una rama de la Asociación, las nuevas normas abren el camino para que el Grupo Vegano de Londres se integre a sí mismo en un movimiento unido.

Tal vez no sea necesario señalar que la nueva constitución marca un nuevo nacimiento para la Asociación Vegana. Esto debe ser leído y comprendido por todos quienes tengan intención de unirse a nosotros, recogido e integrado en palabras que son necesariamente formales, yace todo aquello que defendemos y esperamos, en un glorioso día, conseguir.


Texto original: The New Constitution

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La lista completa con los otros textos de Leslie Cross traducidos al español:

2 comentarios:

  1. Hola. Este documento debería estar en la sección de La Historia del Veganismo.

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    1. Gracias por el aviso, Rogelio. Ya lo he añadido.

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